Mientras que la Organización Mundial para las Migraciones (OIM) pugna por migraciones seguras, ordenadas y regulares, los hechos -incontestables- transitan en sentido contrario y son muy variadas y crudas las realidades en el orbe.
Solo para citar dos casos, asistimos a la consolidación de una ola de derecha extrema en Europa y América cuyo estandarte es justamente la política dura (despiadada) contra los migrantes, criminalizados y despojados de sus tierras y de las tierras en las que buscaron acogida.
El ascenso indiscutible como segunda fuerza política de la ultraderechista Alternativa para Alemania en las elecciones de este domingo, nos indica como va calando el discurso anti inmigrante, especialmente en ciertos territorios y poblaciones etarias. El otro eje candente por supuesto está en Washington con el discurso y las deportaciones con foco mediático que exhibe, cuales trofeos, el presidente Trump y que nos impacta de manera directa.
Se nos ha dicho que la OIM y el gobierno de Estados Unidos pagarán los gastos de atención por el primer grupo de deportados que llegaron a nuestro territorio el jueves -entre los que se encuentran familias asiáticas, africanas y del este de Europa- pero eso es información insuficiente. Desconocemos por completo los alcances del acuerdo alcanzado entre ambos gobiernos.
¿Por qué traerlos a Costa Rica? ¿Cuál es la lógica de enviarlos a un país que no tiene destinos directos con las naciones de origen de los deportados; destinos que sí tienen muchas de las capitales de los estados estadounidenses? Estas consideraciones solo refieren a la logística de la repatriación. Pero hay muchísimas más.
¿Es constitucional que estas personas estén retenidas en un centro para migrantes cuando estrictamente no son migrantes entrando o saliendo del territorio nacional? Y mientras tanto, ¿qué sucede con la atención de centenares de migrantes que sí están de paso por Costa Rica y no reciben ninguna ayuda, especialmente cuando hay muchos que vienen de regreso de México en condiciones realmente inhumanas?
Para profundizar en estos hechos y sus implicaciones conversaremos mañana con el especialista en la materia, Carlos Sandoval García.