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En este episodio estudiamos como un hombre en Gadara, paso de endemoniado a predicador gracias al poder de Jesús.
Basado en Mateo 8:28-34
Puedes encontrar el episodio completo en nuestra página web
https://oidyved.com/41-de-endemoniado-a-predicador/
Mateo 8:28-34
28 Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino.
29 Y clamaron diciendo:
—¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?
30 Estaba paciendo lejos de ellos un hato de muchos cerdos.
31 Y los demonios le rogaron diciendo:
—Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos.
32 Él les dijo:
—Id.
Ellos salieron y se fueron a aquel hato de cerdos, y entonces todo el hato de cerdos se lanzó al mar por un despeñadero, y perecieron en las aguas.
33 Los que los apacentaban huyeron y, llegando a la ciudad, contaron todas las cosas y lo que había pasado con los endemoniados.
34 Entonces toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, cuando lo vieron, le rogaron que se fuera de su territorio.
By Oíd y Ved Media MinistryEn este episodio estudiamos como un hombre en Gadara, paso de endemoniado a predicador gracias al poder de Jesús.
Basado en Mateo 8:28-34
Puedes encontrar el episodio completo en nuestra página web
https://oidyved.com/41-de-endemoniado-a-predicador/
Mateo 8:28-34
28 Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino.
29 Y clamaron diciendo:
—¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?
30 Estaba paciendo lejos de ellos un hato de muchos cerdos.
31 Y los demonios le rogaron diciendo:
—Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos.
32 Él les dijo:
—Id.
Ellos salieron y se fueron a aquel hato de cerdos, y entonces todo el hato de cerdos se lanzó al mar por un despeñadero, y perecieron en las aguas.
33 Los que los apacentaban huyeron y, llegando a la ciudad, contaron todas las cosas y lo que había pasado con los endemoniados.
34 Entonces toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, cuando lo vieron, le rogaron que se fuera de su territorio.