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Bad Bunny - Un verano sin ti (Rimas Entertainment, 2022)
Han pasado dos meses desde que Bad Bunny publicó ‘Un verano sin ti’. ¿Y entonces, qué sentido tiene hablar ahora sobre ello? Nos hemos acostumbrado al vértigo de Los Grandes Acontecimientos Históricos que se olvidan de forma tan drástica como irrumpieron. Éste es un álbum largo: tiene 23 canciones, dura 1 hora y 21 minutos y, sin embargo, la crítica, los fans, las redes, los que pasaban por allí… y en fin, La Trituradora que Opina sobre Todo ya lanzó su veredicto el mismo día (¡incluso antes!) de su fecha de publicación.
Hay tantos recovecos en estas canciones que vale la pena escucharlo como se hacía antes, abordarlo con tiempo, degustando poco a poco sus detalles y saltos estilísticos. Está planteado como un compendio de las sonoridades del Caribe en 2022, la banda sonora cotidiana para un grupo de amigos de Puerto Rico. En YouTube se pueden escuchar varias de las canciones mientras vemos en los vídeos precisamente eso: un día de playa de Bad Bunny con sus colegas.
Cada corte es un universo: suenan dembow frenético, neo mambo, bachata punk, trap latino, baladas pop, reggaetón, cumbias bastardas… Sucede lo mismo con las colaboraciones, donde se repite esa amplitud de miras: desde Bomba Estéreo (icono de la explosión de la electro cumbia en Colombia hace una década) hasta Buscabulla (referentes del nuevo indie boricua), pasando por algunos de los reggaetoneros de moda (Tainy, Jhay Cortez, Rauw Alejandro) y hasta The Marías (una banda de pop alternativo con sangre latina y sede en Los Ángeles).
El tan ansiado veredicto no es tan blanco o negro como se ha dicho: ni es una obra maestra ni es desde luego un bluf. Está lejos de la genialidad de sus inicios (esa cumbre insuperable que todavía hoy es ‘X100PRE’, de 2018), es cierto, pero después de reventar la industria de la música global durante los dos últimos años Bad Bunny conserva intacto el mojo, su flow sigue afilado y su olfato melódico garantiza, al menos, un buen puñado de canciones memorables (y muy disfrutables con una cervecita fresca en la playa este verano).
José Fajardo.
Hay tantos recovecos en estas canciones que vale la pena escucharlo como se hacía antes, abordarlo con tiempo, degustando poco a poco sus detalles y saltos estilísticos. Está planteado como un compendio de las sonoridades del Caribe en 2022, la banda sonora cotidiana para un grupo de amigos de Puerto Rico. En YouTube se pueden escuchar varias de las canciones mientras vemos en los vídeos precisamente eso: un día de playa de Bad Bunny con sus colegas.
Cada corte es un universo: suenan dembow frenético, neo mambo, bachata punk, trap latino, baladas pop, reggaetón, cumbias bastardas… Sucede lo mismo con las colaboraciones, donde se repite esa amplitud de miras: desde Bomba Estéreo (icono de la explosión de la electro cumbia en Colombia hace una década) hasta Buscabulla (referentes del nuevo indie boricua), pasando por algunos de los reggaetoneros de moda (Tainy, Jhay Cortez, Rauw Alejandro) y hasta The Marías (una banda de pop alternativo con sangre latina y sede en Los Ángeles).
El tan ansiado veredicto no es tan blanco o negro como se ha dicho: ni es una obra maestra ni es desde luego un bluf. Está lejos de la genialidad de sus inicios (esa cumbre insuperable que todavía hoy es ‘X100PRE’, de 2018), es cierto, pero después de reventar la industria de la música global durante los dos últimos años Bad Bunny conserva intacto el mojo, su flow sigue afilado y su olfato melódico garantiza, al menos, un buen puñado de canciones memorables (y muy disfrutables con una cervecita fresca en la playa este verano).
José Fajardo.
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Han pasado dos meses desde que Bad Bunny publicó ‘Un verano sin ti’. ¿Y entonces, qué sentido tiene hablar ahora sobre ello? Nos hemos acostumbrado al vértigo de Los Grandes Acontecimientos Históricos que se olvidan de forma tan drástica como irrumpieron. Éste es un álbum largo: tiene 23 canciones, dura 1 hora y 21 minutos y, sin embargo, la crítica, los fans, las redes, los que pasaban por allí… y en fin, La Trituradora que Opina sobre Todo ya lanzó su veredicto el mismo día (¡incluso antes!) de su fecha de publicación.
Hay tantos recovecos en estas canciones que vale la pena escucharlo como se hacía antes, abordarlo con tiempo, degustando poco a poco sus detalles y saltos estilísticos. Está planteado como un compendio de las sonoridades del Caribe en 2022, la banda sonora cotidiana para un grupo de amigos de Puerto Rico. En YouTube se pueden escuchar varias de las canciones mientras vemos en los vídeos precisamente eso: un día de playa de Bad Bunny con sus colegas.
Cada corte es un universo: suenan dembow frenético, neo mambo, bachata punk, trap latino, baladas pop, reggaetón, cumbias bastardas… Sucede lo mismo con las colaboraciones, donde se repite esa amplitud de miras: desde Bomba Estéreo (icono de la explosión de la electro cumbia en Colombia hace una década) hasta Buscabulla (referentes del nuevo indie boricua), pasando por algunos de los reggaetoneros de moda (Tainy, Jhay Cortez, Rauw Alejandro) y hasta The Marías (una banda de pop alternativo con sangre latina y sede en Los Ángeles).
El tan ansiado veredicto no es tan blanco o negro como se ha dicho: ni es una obra maestra ni es desde luego un bluf. Está lejos de la genialidad de sus inicios (esa cumbre insuperable que todavía hoy es ‘X100PRE’, de 2018), es cierto, pero después de reventar la industria de la música global durante los dos últimos años Bad Bunny conserva intacto el mojo, su flow sigue afilado y su olfato melódico garantiza, al menos, un buen puñado de canciones memorables (y muy disfrutables con una cervecita fresca en la playa este verano).
José Fajardo.
Hay tantos recovecos en estas canciones que vale la pena escucharlo como se hacía antes, abordarlo con tiempo, degustando poco a poco sus detalles y saltos estilísticos. Está planteado como un compendio de las sonoridades del Caribe en 2022, la banda sonora cotidiana para un grupo de amigos de Puerto Rico. En YouTube se pueden escuchar varias de las canciones mientras vemos en los vídeos precisamente eso: un día de playa de Bad Bunny con sus colegas.
Cada corte es un universo: suenan dembow frenético, neo mambo, bachata punk, trap latino, baladas pop, reggaetón, cumbias bastardas… Sucede lo mismo con las colaboraciones, donde se repite esa amplitud de miras: desde Bomba Estéreo (icono de la explosión de la electro cumbia en Colombia hace una década) hasta Buscabulla (referentes del nuevo indie boricua), pasando por algunos de los reggaetoneros de moda (Tainy, Jhay Cortez, Rauw Alejandro) y hasta The Marías (una banda de pop alternativo con sangre latina y sede en Los Ángeles).
El tan ansiado veredicto no es tan blanco o negro como se ha dicho: ni es una obra maestra ni es desde luego un bluf. Está lejos de la genialidad de sus inicios (esa cumbre insuperable que todavía hoy es ‘X100PRE’, de 2018), es cierto, pero después de reventar la industria de la música global durante los dos últimos años Bad Bunny conserva intacto el mojo, su flow sigue afilado y su olfato melódico garantiza, al menos, un buen puñado de canciones memorables (y muy disfrutables con una cervecita fresca en la playa este verano).
José Fajardo.