Las entrevistas con Pablo se nos hacen cortas, cortísimas. Y es que cuando se está a gusto, se nota. Luego entran Siro y Lolaso y ya puede pasar cualquier cosa
Las entrevistas con Pablo se nos hacen cortas, cortísimas. Y es que cuando se está a gusto, se nota. Luego entran Siro y Lolaso y ya puede pasar cualquier cosa