¿Cómo se comportan los hijos de Dios? Con los pies en la tierra y la mirada en el Cielo. Para entrar al Cielo hay que ser ciudadano del Cielo, no un extranjero. Ser un bautizado que vive como bautizado. Una madre no deja de esperar, una madre no deja de interceder y de actuar. El Padre Willie nos recuerda que la Virgen María siempre está pidiendo por sus hijos. Ella es la Madre de Dios porque Jesús nació de ella. María de Nazaret tuvo a Dios en su vientre. Ella concibió sin hombre. “Me llamarán bienaventuradas todas las naciones”. El Rosario es una arma poderosa, Cristocéntrica, que con fe nos puede ayudar a alcanzar el Cielo.