Si aceptamos que somos espíritus en cuerpos de animales, nos daremos cuenta del eterno conflicto que existe en cada ser humano, el conflicto entre el Yo y el cuerpo.
Si aceptamos que somos espíritus en cuerpos de animales, nos daremos cuenta del eterno conflicto que existe en cada ser humano, el conflicto entre el Yo y el cuerpo.