Carlos I ha obtenido la confianza de los príncipes germanos y se ha convertido en el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Desde este momento el rey hispánico y señor de Flandes será Carlos I de España y V para los germanos. Esta nueva designación del monarca plantea serias dudas sobre su papel en España, donde llegó hace apenas dos años. Mientras, Hernán Cortés funda una nueva ciudad en territorio continental y ultima los detalles para avanzar hacia el corazón del imperio mexica. Finalmente, el cardenal Cisneros no logra materializar su deseo de encontrarse cara a cara con el monarca.

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