A veces la mente busca respuestas en todas partes, menos en el único lugar donde pueden encontrarse: el silencio.
Este episodio es una invitación a parar, a soltar la necesidad de entender y a escuchar esa voz suave que nunca deja de hablarte, aunque tú a veces no escuches.
Jesús nos recuerda que la Palabra de Dios no se oye con los oídos, sino con el corazón tranquilo.
Y que esa quietud no se fabrica, se permite.
En este espacio te acompaño a detenerte, respirar y dejar que la paz te encuentre.
Porque en la quietud no haces nada… y, sin embargo, lo recibes todo. 💛
🎧 Dale al play, cierra los ojos y deja que el silencio te hable.
✨️ Iciar
@uncursodemilagros333