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Llegó como una esperanza de cambio y se va como la imagen más nítida del fracaso.
El gobernador de Chihuahua deja el poder estatal con un fardo de fracasos a la espalda:
no metió a la cárcel a Duarte, no mostró madera de presidenciable, traicionó al gremio periodístico y a sí mismo con el caso Miroslava Breach y no pudo ni imponer a su sucesor.
Corral era un hombre de cartón inflado por los medios, pero vacío.
#ElOficioDelReportero
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By Luis Guillermo HernándezLlegó como una esperanza de cambio y se va como la imagen más nítida del fracaso.
El gobernador de Chihuahua deja el poder estatal con un fardo de fracasos a la espalda:
no metió a la cárcel a Duarte, no mostró madera de presidenciable, traicionó al gremio periodístico y a sí mismo con el caso Miroslava Breach y no pudo ni imponer a su sucesor.
Corral era un hombre de cartón inflado por los medios, pero vacío.
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