En este sermón estudiamos Efesios 3:7–13, donde Pablo explica su llamado a anunciar el misterio de la iglesia: que los creyentes, judíos y gentiles, forman un solo cuerpo en Cristo. A través de su ministerio, vemos la gracia de Dios que lo hizo siervo para proclamar las insondables riquezas de Cristo.
Este pasaje nos enseña la multiforme sabiduría de Dios manifestada en la iglesia, el propósito eterno de su plan y el privilegio que tenemos de acceder confiadamente a su presencia.