La dirección del Partido Popular ha rechazado de forma tajante la propuesta de Junts para promover una moción de censura “instrumental” con el objetivo de derrocar al Gobierno de Pedro Sánchez.
La formación liderada por Carles Puigdemont había planteado una única condición inicial: que Alberto Núñez Feijóo no fuera, en ningún caso, el candidato a la presidencia en esa operación política. Ante esa exigencia, el PP decidió descartar cualquier posibilidad de entendimiento con el partido independentista.
Según fuentes próximas a Junts, la oferta llegó a la sede de Génova a través de intermediarios. Estos canales, de carácter institucional y empresarial, han servido en los últimos dos años como vía de comunicación para contactos políticos relevantes entre ambas formaciones.
La posición del Partido Popular es firme y sin matices. Desde la dirección nacional se transmite una profunda desconfianza hacia Junts y hacia las verdaderas intenciones de Puigdemont. A juicio del PP, el expresidente catalán no busca tanto provocar un cambio de gobierno como mantener la actual situación de debilidad en el Ejecutivo.
“Puigdemont no quiere sostener al Gobierno, pero tampoco pretende sustituirlo”, resumen fuentes populares. La conclusión en Génova es clara: al líder de Junts le conviene que en Moncloa continúe un presidente “débil y sometido a su chantaje político”.