El síndrome postvacacional, que nuestro experto Antonio Varón no considera correcto denominar síndrome, es algo común en muchas personas ya que durante las vacaciones hemos conseguido descansar y conectar con familia y amigos. En ocasiones este síndrome se manifiesta mediante cansancio, falta de motivación, nostalgia, tristeza, irritabilidad y en algunos casos ansiedad, sin embargo, y según nos explica Varón, en muchas ocasiones finaliza en el momento en el que volvemos al trabajo y a nuestra rutina, "lo normal es que el periodo de adaptación dure entre dos y cinco días, si perdura hay que asistir a un profesional porque podríamos estar ante otro tipo de situación, que pueda derivar en una depresión"."Las vacaciones nos dan el impulso necesario para afrontar una nueva etapa laboral, así es como hay que verlo, y sobre todo, pensar que a partir de ahora seguiremos teniendo tiempo libre en el que también podemos hace aquello que nos gusta y que hemos hecho durante las vacaciones"