Luis Eduardo González, un muchacho caleño de escasos 19 años, alto, flaco, de endeble físico, empleado de la Caja Colombiana de Ahorros, pasó repentinamente, una noche de diciembre de 1946, a convertirse en la primera figura del deporte colombiano.
Luis Eduardo González, un muchacho caleño de escasos 19 años, alto, flaco, de endeble físico, empleado de la Caja Colombiana de Ahorros, pasó repentinamente, una noche de diciembre de 1946, a convertirse en la primera figura del deporte colombiano.