El funeral de Estado en memoria de las 237 víctimas mortales de la DANA (229 en Valencia, seis en Letur (Albacete), una en Mira (Cuenca) y otra en Málaga) comenzó en un ambiente marcado por la tensión y la crispación, a raíz de los gritos y reproches dirigidos a Carlos Mazón, Pedro Sánchez e incluso al rey Felipe VI.
Antes de la llegada de los Reyes y del presidente del Gobierno, varios familiares de las víctimas se levantaron y mostraron fotografías de sus seres queridos. Algunos vestían camisetas con mensajes como “Eren morts evitables” (“Eran muertes evitables”) y “La veritat sempre venç” (“La verdad siempre vence”).
La presencia de Mazón, ubicado en la tercera fila, desató los momentos de mayor hostilidad. Desde distintas zonas del recinto se escucharon insultos como “asesino”, “cobarde”, “rata” o “vete a la jueza”. También hubo gritos dirigidos a Pedro Sánchez, a quien algunos asistentes tildaron de “traidor” y apodaron “el galgo de Paiporta”.
Ante esta situación, varias personas entre el público pidieron calma y respeto, recordando que se trataba de un funeral de Estado y reclamando silencio “en memoria de las víctimas”.