El Imperio Antiguo comprende aproximadamente entre los años 2686 y 2125 aC. Es el periodo más centralizado y estable de la historia del Antiguo Egipto. Comprende desde la Dinastía III hasta la VIII. Probablemente sea la época de mayor esplendor de la historia egipcia, caracterizada por la construcción de asombrosas obras arquitectónicas en forma de pirámide. De este periodo es la pirámide escalonada de Djoser y la gran pirámide de Guiza, realizada en el reinado de Khufu, Keops para el historiador Herodóto. Esta disposición piramidal continuará siendo la estructura escogida para los enterramientos de la realeza durante el siguiente milenio. En la época de la dinastía IV el rey ejercía su poder supremo como si fuese un dios sobre la tierra. Es probable que no exista en la historia de Egipto otra época donde la naturaleza divina del monarca fuese tan destacada. Durante la dinastía VI y probablemente debido a los reinados tan largos el poder del faraón se disipo, repartido entre sacerdotes y otros cargos importantes, lo que puso en marcha un proceso de descentralización. En cambio, los reyes de la dinastía VII y VIII vivieron poco tiempo, con lo que ninguno llegó a controlar el país. La situación se vio agravada por factores climáticos, lo que finalmente llevó al declive del Imperio Antiguo. Con los 955 años que según el Canon de Turín separan Menes , a comienzos de la dinastía I, del último de estos reyes efímeros termina el linaje de los reyes menfitas y el periodo que denominamos como Reino Antiguo.

Bibliografía:

- SALIMA IKRAM, Antiguo Egipto. Introducción a su historia y cultura. Editorial Almuzana 2021.

- IAN SHAW, Historia Oxford del Antiguo Egipto, Edición de Ian Shaw, La esfera de los libros 2007.

- CRISTIAN JACQ, El Egipto Faraónico, Ed. Blume 2023.