1. Permanecen 2. Hacen Justicia 3. Se Purifican El sermón enfatiza que los verdaderos hijos de Dios se caracterizan por una mirada fija en la eternidad, buscando vivir en justicia y purificándose constantemente, impulsados por el amor incondicional del Padre. Basándose en Primera de Juan, el mensaje subraya que esta vida terrenal es una preparación para la manifestación final, donde los creyentes serán semejantes a Cristo, y que la esperanza en Él motiva a una vida de santidad y arrepentimiento, liberándolos de las falsas enseñanzas del mundo y permitiéndoles experimentar la gracia transformadora de Dios.