Había una vez un pequeño pueblo rodeado de bosques oscuros y montañas imponentes, donde todos sus habitantes conocían una antigua leyenda. Decía que en lo alto de una colina se encontraba la Mansión Olvidada, una mansión que había sido abandonada hacía más de un siglo y que estaba envuelta en misterio. Nadie sabía quién había vivido allí, pero todos sabían que no era un lugar al que se debía acercar.