En este ultimo sermón de la serie en Hebreos, descubriremos cómo Jesús se presenta como el gran pastor de las ovejas. A través de las enseñanzas del autor, aprenderemos que Jesús es inmutable en un mundo lleno de cambios constantes. La doctrina de Cristo permanece constante a lo largo del tiempo, y debemos afirmar nuestros corazones en la gracia que Él nos ofrece. Aunque podemos enfrentar vergüenzas y sufrimientos por nuestra fe, podemos ofrecer sacrificios de alabanza y confesar el nombre de Jesús. Además, se nos exhorta a obedecer y someternos a nuestros pastores, ya que ellos velan por nuestras almas. Como comunidad de creyentes, necesitamos orar unos por otros y apoyarnos mutuamente. En definitiva, Jesús es el gran pastor que cuida de su iglesia y nos capacita para vivir según la voluntad de Dios.