Jesús llora sobre Jerusalén. No han sabido reconocer la Salvación que Dios les ofrecía, se han obstinado en sus planes terrenos y eso va a ser causa de grandes sufrimientos.
Entre la fiesta de la Presentación de la Virgen y de Cristo Rey meditamos sobre la posibilidad de reconocer (o no) a Dios cuando viene a buscarnos.