04.08.2018 - By Pista Galgodromo
Así que antes de que el cielo ardiera, existió la desesperanza.
Lo hombres se alimentaban de animales y acabaron con los animales, se alimentaban de las plantas y acabaron con las plantas.
Y el agua que siempre se supo era escasa se terminó, y no bastaron las voces que dijeron una y otra vez que se iba a acabar todo aquello. No bastaron.