La Gala MICHELIN celebrada en Málaga volvió a mover el mapa gastronómico español y dejó un hito histórico para Galicia: la provincia de Lugo consiguió su primera estrella gracias a Vértigo, en Sober, un proyecto profundamente ligado al producto lucense y al movimiento de retorno al rural que la Guía reconoce con fuerza. Aunque no hubo nuevas tres estrellas, el silencio alrededor de Culler de Pau, uno de los favoritos, se interpreta como un mensaje de máxima exigencia y no de retroceso. La edición 2026 destaca la expansión del talento joven, el valor del territorio y la consolidación de una cocina gallega cada vez más visible y respetada. En un escenario donde la excelencia se descentraliza, Galicia asoma con identidad propia y un futuro gastronómico que promete nuevas metas.