En este mensaje podrás profundizar cómo el apóstol Pedro alaba a Dios por la gran misericordia que ha mostrado al dar nueva vida a los creyentes mediante la resurrección de Jesucristo. Esta nueva vida les da acceso a una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos. Es una promesa divina que no se desgasta con el tiempo ni puede ser destruida.
Una herencia que tiene origen en Dios y es brindada por el Padre.