La noche del 28 de junio de 2009, la misma noche del golpe de Estado en Honduras, asesinaron a Vicky Hernández: una mujer trans que ejercía el trabajo sexual en las calles. Doce años después, un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, podría marcar un antes y un después para la realidad de las personas trans en Honduras.