En este episodio especial, grabado en directo durante las Jornadas Ibero Romanas del FESTVM en la hermosa localidad de Almedinilla, Córdoba. A menudo, la historia se centra en los hombres, en los reyes y sus conquistas, pero detrás (y a veces, delante) de los tronos, había mujeres de una fuerza y una influencia extraordinarias, procedentes de una cultura donde ellas gozaban de una libertad y una posición social inusual en el mundo antiguo.

Hablaremos de Tanaquil, la gran dama etrusca de Tarquinia. Más que una consorte, Tanaquil fue la arquitecta de una dinastía. Luego, la sangre real continuó con su hija, Tarquinia, su matrimonio con Servio Tulio selló el destino de la monarquía. Aunque a menudo relegada a un segundo plano por la historia, su existencia recuerda que la conexión etrusca fue clave en la élite romana. Finalmente, encontramos a Tulia la Menor, la figura que encarna la ambición desmedida y el fin de esta época. Hija del rey Servio Tulio y de Tarquinia, y por tanto, nieta de la gran Tanaquil, Tulia despreció la modestia de su hermana y se casó con Tarquinio el Soberbio. Su ansia de poder la llevó a un acto infame: se dice que, tras el asesinato de su padre a manos de su propio marido, ella condujo su carro por encima del cadáver real. Tulia, con su audacia y su horror, representa el clímax trágico y sangriento de la influencia etrusca y el preludio de la República.

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