Adaptación del discurso "El Gran Dictador" de la película del mismo nombre de 1940, protagonizada por Charles Chaplin
Yo no quiero gobernar
Ni conquistar a nadie
Sino ayudar a todos, si fuese posible. Hombres y mujeres, blancos y negros.
Tenemos que ayudarnos unos a otros.
Los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no queremos hacerlos desgraciados. No queremos odiar, ni despreciar a nadie.
En este mundo hay sitio para todos. El planeta es próspero y puede alimentar a todos los seres.
El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido.
La codicia ha envenenado las almas. Ha levantado muros de odio. Nos ha empujado hacia la miseria y las matanzas.
Hemos avanzado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos.
La tecnología, que crea abundancia, también nos ha dejado en la tormenta.
Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos.
Nuestra inteligencia, duros y secos. Lo cierto es que pensamos demasiado… y sentimos muy poco.
***
Además de tecnología, necesitamos empatía
Además de inteligencia, necesitamos bondad y dulzura. Sin estas cualidades, la vida será violenta. ¡Se perdería todo!
Los aviones y la red… nos hacen sentirnos más cercanos, pero la verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad y amistad.
Exige una hermandad universal que nos una a todos nosotros.
Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en todo el mundo,
A millones de hombres, mujeres y niños desesperados.
Víctimas de un sistema que crea repetidores en las escuelas, que hace torturar a los hombres y encarcelar a los inocentes.
A los que puedan oírme, les digo: no caigan en desesperación. La desdicha que padecemos no es más que la pasajera y amargada codicia de los hombres.
El odio de los hombres pasará. Y caerán los dictadores. Y el poder que le quitaron a la sociedad, se le reintegrará a la sociedad.
Y así, mientras el hombre exista, la libertad no perecerá.
¡Hermanos, no se rindan a esos dictadores!
Que en realidad los desprecian, esclavizan, reglamentan nuestras vidas y nos dicen lo que tenemos que hacer, pensar y que sentir.
Nos lavan el cerebro, nos tratan como a ganado. Y como a carne de cañón.
No se entreguen a esos individuos, a estos hombres máquinas, con cerebro y corazón de máquina.
Ustedes no son máquinas, no son ganado. Son humanos, que llevan el amor de la humanidad en sus corazones.
¡Hermanos, no luchen por la esclavitud, sino por la libertad!
***
El amor y la bondad, están dentro del humano. No de un humano ni de un grupo de humanos, sino de todos nosotros.
Ustedes, la sociedad, tienen el poder.
El poder de crear tecnología, el poder de crear felicidad.
Ustedes tienen el poder de hacer esta vida libre y hermosa.
De convertirla... en una maravillosa aventura.
En nombre de lo que es justo, utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble, que garantice a la sociedad trabajo. Y dé a la juventud un futuro, así como seguridad a la vejez.
***
Con la promesa de esas cosas, los dictadores alcanzaron el poder. Pero mintieron. No han cumplido sus promesas y nunca las cumplirán. Luchemos ahora nosotros para hacer verdad lo prometido.
Todos a luchar para liberar al mundo.
¡Para demoler muros!
Para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia.
Luchemos por el mundo de la razón. Un mundo donde la ciencia y el progreso, nos conduzcan a la felicidad.
¡Hermanos, en nombre de la humanidad, creemos un mundo nuevo!
Daniel Cortés Escritor (2021)
Más allá de los sueños Podcast ®
Hola, mi nombre es Daniel Cortés soy escritor y emprendedor
