Entre los años setenta y noventa del siglo XX los pueblos indígenas del suroccidente
colombiano emprendieron una lucha por la recuperación de las tierras de resguardo que les
habían sido arrebatadas por hacendados y terratenientes por más de doscientos años. La
consigna fue “recuperar la tierra para recuperarlo todo”, regresar a los terrenos usurpados
les permitió a los indígenas volver a vivir como pueblos autodeterminados.