En Paraguay, durante los últimos 40 años, Mateo Sobode Chiqueno se ha dedicado a inmortalizar, con viejas grabadoras a casete, los testimonios los ayoreos, su propio pueblo indígena que todavía, en parte, sigue viviendo en aislamiento voluntario. Y por eso Mateo fue elegido como protagonista de la película, Apenas el sol, que ha recorrido más de 30 festivales de todo el mundo.