La predicación "Contra todos los dioses: Plagas y Promesas, la Defensa del Pueblo de Dios" explora la narrativa de las plagas en Egipto como un poderoso testimonio de la soberanía divina y la protección del pueblo de Israel. Este mensaje resalta cómo cada plaga no solo representa un juicio sobre las deidades egipcias, sino también una afirmación de las promesas de Dios para Su pueblo.

A través de estas plagas, Dios demuestra que tiene el control absoluto sobre la creación, defendiendo a Su pueblo de la opresión y la idolatría. La predicación enfatiza que, aunque el pueblo de Dios enfrenta adversidades, siempre puede confiar en Su fidelidad y en las promesas de liberación y redención. Invita a los creyentes a recordar que, en tiempos de prueba, Dios sigue siendo su defensor y protector, guiándolos hacia la esperanza y la libertad que Él ha prometido.