José fue escogido para una labor importante. Era un hombre trabajador, con modales, un hombre que le enseñó a Jesús a orar, a cantar los salmos, a leer las escrituras. En el misterio, Dios lleva acabo la salvación. José los protege y los alimenta. José es un hombre obediente, un hombre de Dios. El Padre Willie le pide a los hombres que imiten a San José. Y a las mujeres que permitan a sus esposos ser esos hombres que Dios planeó.