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Ser sacado del grupo de WhatsApp.
Quedar en visto.
Ser bloqueado sin explicación.
Que alguien deje de hablarte sin aviso.
A veces el rechazo no se grita… se siente. Y duele.
Este Viernes Santo recordamos que Jesús también fue excluido. Murió fuera de la ciudad, como si ya no perteneciera. Pero lo más desconcertante es que Él eligió ese lugar: el lugar del olvido, de la burla, del silencio. Y desde ahí —desde fuera— nos salvó a todos.
En este episodio reflexiono sobre ese gesto profundo del Evangelio y termino con una oración que nos invita a mirar con compasión a los que han quedado fuera… y a encontrarnos con Cristo también en esos márgenes:
Señor Jesús,
Dios marginado,
Dios expulsado,
Dios que elegiste no encajar…
enséñanos a no temer estar fuera si es ahí donde Tú estás.
Líbranos del miedo a ser invisibles,
y de la indiferencia ante los que han quedado solos.
Haznos capaces de buscar a los que todos olvidan,
de incluir a los que nadie ve,
de acercarnos sin prejuicio ni prisa.
Y cuando nos sintamos fuera,
cuando nadie nos busque,
recuérdanos que Tú ya estuviste ahí.Y desde ahí, nos salvaste.
Amén.
By Rodrigo Fernández de Castro de LeónSer sacado del grupo de WhatsApp.
Quedar en visto.
Ser bloqueado sin explicación.
Que alguien deje de hablarte sin aviso.
A veces el rechazo no se grita… se siente. Y duele.
Este Viernes Santo recordamos que Jesús también fue excluido. Murió fuera de la ciudad, como si ya no perteneciera. Pero lo más desconcertante es que Él eligió ese lugar: el lugar del olvido, de la burla, del silencio. Y desde ahí —desde fuera— nos salvó a todos.
En este episodio reflexiono sobre ese gesto profundo del Evangelio y termino con una oración que nos invita a mirar con compasión a los que han quedado fuera… y a encontrarnos con Cristo también en esos márgenes:
Señor Jesús,
Dios marginado,
Dios expulsado,
Dios que elegiste no encajar…
enséñanos a no temer estar fuera si es ahí donde Tú estás.
Líbranos del miedo a ser invisibles,
y de la indiferencia ante los que han quedado solos.
Haznos capaces de buscar a los que todos olvidan,
de incluir a los que nadie ve,
de acercarnos sin prejuicio ni prisa.
Y cuando nos sintamos fuera,
cuando nadie nos busque,
recuérdanos que Tú ya estuviste ahí.Y desde ahí, nos salvaste.
Amén.