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Una de las razones principales por la cual nos desenfocamos es la desilusión. El Señor ha venido hoy a decirnos que no nos distraigamos con las circunstancias, personas o palabras que quieran venir a quitar nuestros ojos del propósito que Él nos ha dado.
El significado de la palabra enfocar es evitar cualquier distorsión en la nitidez de lo que se está viendo y lograr que no haya nada borroso en ello. Otra definición es conducir toda la atención sobre una cuestión u objeto para no perderlo de vista; concentración total en el objetivo. ¿Cuál es entonces el objetivo del enemigo? Si nuestro objetivo es no perder de vista a Jesús, el del enemigo es totalmente lo opuesto; hacer que quitemos la mira de Nuestro Señor Jesucristo para que no alcancemos las promesas.
CONOCIENDO LOS PLANES DEL ENEMIGO
En medio de los tiempos de prueba por los cuales el Señor nos pasa para tallar nuestro carácter, el enemigo aprovechará de enviar situaciones dolorosas, tentaciones, pensamientos como dardos, para desenfocarnos aunque sea por un segundo de nuestro objetivo. No hace falta más que un momento de distracción para tomar una ruta totalmente distinta a la que Dios ha designado para nosotros, llevándonos a dar vueltas durante meses o años fuera de nuestro propósito de vida. Por esta razón es necesario que conozcamos cuáles son las maquinaciones del enemigo para poder hacerle frente sin desenfocarnos.
2 Corintios 2:11“para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones”. Si hay algo que Satanás tiene claro en estos días, es que necesita mantener desenfocadas a las familias y a los jóvenes que aún no conocen a Yeshua, con el fin de sacarlos de la zona de peligro para él.
2 Corintios 4:4“en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.” Satanás procurará por todos los medios hacer que sigamos cegados por sus artimañas, a menos que fijemos nuestros ojos en el eterno resplandor de nuestro Señor, porque Él es el camino.
CON LA MIRA EN YESHUA
Hebreos 12:2“puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.” Hay un diseño en esta Palabra, el Señor nos enseña que en medio de las circunstancias miremos adelante, al objetivo y menospreciemos los padecimientos al igual que lo hizo Yeshua, porque cuando estamos cerca de pasar a otra temporada de gloria se incrementarán las situaciones difíciles. Dos instrucciones nos dió Él para evitar el desenfoque: “sígueme y pon los ojos en mí”.
Colosenses 3:1-2“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”. La mira nos lleva a estar enfocados y a no desgastarnos en las cosas terrenales que nos distraen. Si hemos recibido promesas, que no nos importen los problemas que vienen, que nuestra convicción tenga sus raíces en Yeshua para que sea inamovible y nada nos saque del camino.
Cuando ponemos la mirada en las cosas de arriba entramos en la dimensión espiritual de lo sobrenatural, nos posicionamos por encima de lo terrenal y comenzamos a ver lo que Yeshua está viendo, las respuestas, recursos y camino que Él ya tiene preparado para nosotros. Necesitamos entender que las promesas que estamos esperando no vendrán por nuestros esfuerzos, sino por la gracia, favor y poder que se desata cuando ponemos la mirada en Él; sólo así nuestro corazón tomará aliento.
¡PELIGRO CON EL DESGASTE!
Mientras menos busquemos Su presencia, ni oremos, dejemos de estudiar la Palabra, no ayunemos y no hagamos morir nuestro carácter; seremos más vulnerables y cualquier ofensa u oferta nos sacará de