En este mensaje, el pastor nos recuerda que la vida cristiana no consiste solo en creer, sino en vivir de manera que refleje el corazón de Cristo. Somos llamados a andar en obediencia, fidelidad y reverencia, agradando a Dios en todo lo que hacemos.
A través de 1 Tesalonicenses 4:1–2 y otros pasajes, aprenderemos los principios bíblicos que nos guían a servir con diligencia, congregarnos con compromiso y vivir con excelencia para la gloria de Dios.
Un llamado a recuperar el amor, la puntualidad, la responsabilidad y la pasión por servir a Cristo y a Su iglesia.