“Zaragoza no se rinde. La reducirán a polvo: de sus históricas casas no quedará ladrillo sobre ladrillo; caerán sus cien templos; su suelo abrirase vomitando llamas; y lanzados al aire los cimientos, caerán las tejas al fondo de los pozos; pero entre los escombros y entre los muertos habrá siempre una lengua viva para decir que Zaragoza no se rinde”.
Esta frase de los Episodios Nacionales que Benito Pérez Galgos escribió en 1873 en su novela “ZARAGOZA” contaba el segundo asedio de la capital aragonesa por las tropas francesas del 22 de diciembre de 1808 al 21 de febrero de 1809.
La lucha de la ciudad se convirtió en un símbolo de resistencia en toda España y en Europa al que Napoleón tenía que erradicar, mandando asediar la ciudad a sus mejores generales. Tras las tapias que era la verdadera muralla de la ciudad se encontraban soldados, pero los que más crebraderos de cabeza dieron a los franceses fue la población civil, hombres, mujeres, ancianos y jóvenes lucharon casa por casa contra una de las fuerzas militares más poderosas de su tiempo. Pero finalmente las bajas de los defensores, la falta de alimento y la peste que asolo la ciudad, hizo que las autoridades que tras la enfermedad del general Palafox asumieran el poder, firmaron una capitulación con el Mariscal Lannes, comandante del ejército asediador.
Los defensores tuvieron que salir y deponer las armas en la puerta del Portillo, aquella donde una mujer llamada Agustina Zaragoza Domenc disparo un cañón de 24 libras a bocajarro a los franceses el 2 de Julio de 1808. Ella al igual que otras muchas mujeres famosas y anónimas que habían defendido la ciudad desfilaron ante la atenta mirada de los franceses aquel frio 21 de febrero de 1809.
Ahora quedaba la ocupación de la ciudad por los franceses, enterrar a los muertos, curar a los heridos, limpiar los escombros y mantener el orden.
Los Sitios de Zaragoza como vemos son un tema heroico de la capital del Ebro, pero que no está falto de leyenda, de verdades a medias y de cierto aurea de Leyenda. Conocemos casi al dedillo los hechos, pero poco conocemos el ¿Qué paso después? La tomaron los franceses durante 5 años. ¿Qué paso con los defensores? ¿Hubo revueltas en la ciudad? ¿hubo intentos de recuperarla? ¿Qué planeaba Napoleón para la ciudad?
Estas y otras preguntas las responderemos con el Doctor en Historia Daniel Aquillue, profesor en la universidad Isabel I, y autor del libro “Guerra y Cuchillo, los sitios de Zaragoza 1808-1809” de la esfera de los libros. “Armas y Votos. Politización y conflictividad política en España, 1833-1843” “Bailen, 1823-1873, del absolutismo al cantonalismo” le ha puesto texto al libro de Jordi Bru “Soldados”, colaborador con la editorial Desperta Ferro y Recreador histórico en la asociación “Voluntarios de Aragón”