El país, ubicado en el Himalaya, es definido como una monarquía constitucional cuya identidad está intrínsecamente ligada al budismo tibetano y a un proceso de unificación histórica en el siglo XVII. Hablamos de la transición política hacia la democracia y las características de su gobierno, incluyendo una política exterior dominada por la relación con la India y una relación cautelosa con China. Un punto central es la filosofía de la Felicidad Nacional Bruta (FNB), que guía las políticas de desarrollo sostenible y conservación ambiental. Finalmente, se abordan los pilares económicos, siendo la hidroelectricidad y el turismo altamente regulado las principales fuentes de ingresos, junto con los desafíos y oportunidades futuras.