Un niño pequeño quería ver a Dios. Sabia que era un viaje largo y duro y por eso metió en su mochila algunos pastelillos, refrescos, caramelos y ropa suficiente.
Un niño pequeño quería ver a Dios. Sabia que era un viaje largo y duro y por eso metió en su mochila algunos pastelillos, refrescos, caramelos y ropa suficiente.