Desde el día en que Dios decidió crear el universo, y con él, a nosotros, se nos entregó la autoridad de gobernar todo lo creado.
Si bien perdimos esa autoridad en el huerto del Eden al desobedecer la palabra de Dios. A través de Cristo podemos recuperarla.
Cristo no solo nos limpia de todo pecado y maldad, sino que nos regresa al mismo punto donde iniciamos; Junto a Dios, donde lo teníamos todo...