Una de las amonestaciones más severas que encontramos en la Biblia tiene como destinatario una iglesia local, y la causa no es otra que su autocomplacencia. En Apocalipsis 3, el mismo Señor Jesucristo confronta a la congregación de Laodicea insistiendo en su necesidad de arrepentirse de una actitud tibia. Muchas veces pensamos que el pecado que se […]