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Nos acercamos a la Navidad!! Y con esto las publicaciones en redes sociales de quienes están en contra de ciertas cosas no se han hecho esperar. Y aunque hoy no vamos a hablar específicamente acerca de que sí y que no "deberíamos" de hacer en estas fechas sí vamos a enfocarnos en Jesús.
Para los fariseos fue muy difícil ver a Jesús como el Mesías, en su celo por la palabra de Dios no comprendieron y no pudieron disfrutar del regalo de la presencia de Jesús en medio de ellos, sin embargo no fue así para todos. Hubo uno en especial que en lo secreto comenzó a creer en Jesús. Aunque su estilo de vida y su posición no le permitían declararse discípulo de Jesús abiertamente, dejó todo por un lado para ir y atender el cuerpo del Mesías junto a José de Arimatea después de que fue crucificado.
El reto de hoy es a no perdernos la oportunidad de caminar con Jesús día a día, a dejar que el Espíritu Santo abra nuestros ojos y nos permita verlo en medio de todo lo que hacemos, y también a no dejar pasar el tiempo por miedo al qué dirán o a lo que podamos perder. Seamos hombres y mujeres fieles al Señor sin importar las circunstancias.
By Mi Vida es Luz Por Maffi de GrotewoldNos acercamos a la Navidad!! Y con esto las publicaciones en redes sociales de quienes están en contra de ciertas cosas no se han hecho esperar. Y aunque hoy no vamos a hablar específicamente acerca de que sí y que no "deberíamos" de hacer en estas fechas sí vamos a enfocarnos en Jesús.
Para los fariseos fue muy difícil ver a Jesús como el Mesías, en su celo por la palabra de Dios no comprendieron y no pudieron disfrutar del regalo de la presencia de Jesús en medio de ellos, sin embargo no fue así para todos. Hubo uno en especial que en lo secreto comenzó a creer en Jesús. Aunque su estilo de vida y su posición no le permitían declararse discípulo de Jesús abiertamente, dejó todo por un lado para ir y atender el cuerpo del Mesías junto a José de Arimatea después de que fue crucificado.
El reto de hoy es a no perdernos la oportunidad de caminar con Jesús día a día, a dejar que el Espíritu Santo abra nuestros ojos y nos permita verlo en medio de todo lo que hacemos, y también a no dejar pasar el tiempo por miedo al qué dirán o a lo que podamos perder. Seamos hombres y mujeres fieles al Señor sin importar las circunstancias.