A veces nos levantamos por la mañana y pretendemos que todo está bien a pesar de que por dentro nos estemos derrumbando. Salimos de casa saludando al vecino con una gran hermosa, amable y falsa sonrisa. Los pedazos del corazón se nos están cayendo de tristeza y desesperación por compartir con alguien este inmenso peso que nos dobla el alma. Pero la última vez que abriste el corazón te fallaron y no pudieron guardar el secreto de tu relato. La biblia dice que si alguno sufre entre nosotros que le sugiramos que haga oración. Si alguno se siente enfermo que llame a los ancianos de su iglesia y que permita que oren por él y luego le unjan con aceite. Es un tema de fe… cuando has intentado de todo para salir de esa área caótica en tu alma algunos dicen que pruebes con Dios. Es triste pensar que todo mundo busca soluciones en todas partes y todas las maneras posibles y dejan en ultimo lugar la que podría ser su mejor opción. Dios te conoce, sabe que ni siquiera tu entiendes tu corazón, créeme que Él se ha enterado de tu peor y más grave error… tu más intenso dolor en el alma… Él lo conoce; incluso te aseguro porque la biblia lo dice que Dios te conocía desde antes que estuvieras en el vientre de tu madre. Lo que necesitas es estrechar el lazo de comunicación con el cielo a través de la oración. Para que una familia pueda permanecer unida primero deberían estar en el proceso de unidad los seres que la integran: papá, mamá, hijos… el secreto está en declararnos necesitados ante Dios. Al principio parecerá como si no lograras decir las palabras correctas, incluso y por la falta de costumbre podrías pensar que estás loco intentando hablar con un ser que no puedes ver… locura sería seguir por la vida sin ejercitar ese regalo tan hermoso y útil para nuestra alma llamado oración. El primer paso, si aún no lo has hecho es darle tu corazón a Jesús, dejar que entre en tu vida diciéndole: Jesús te invito a que entres en mi vida, perdona mis pecados, escribe mi nombre en el libro de la vida y sálvame, te necesito. Estoy seguro de que si empiezas y lo haces constantemente podrás conocerle como Señor y luego como Padre. Ahora si ya hiciste esta oración y eres un creyente pues con mucha más razón te animo a volver a ese momento intimo de diálogo con tu Padre. La oración eficaz del justo puede lograr mucho. Ojo… la oración no sirve solo para pedir cosas a Dios, también dice que sirve para restaurar al enfermo, para que los pecados sean perdonados, también sirve para darle gracias a Dios, para aprender a perseverar en el Señor, para hacer que nuestro corazón abunde en amor y bueno… lo más importante es para conocer el corazón de Dios y aprender a agradarle. Vamos… entra en tu habitación al final de tu día cuando regreses a casa, cierra la puerta detrás de ti y derrama tu alma completa en oración delante de tu Padre. Por último… la oración será tu única salida en el momento de mas sufrimiento, dolor, incomprensión, Jesús se arrodilló en el huerto de Getsemaní a orar y enfrentar su destino, en la cruz también oró antes de morir diciendo Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen, en tus manos encomiendo mi espíritu pero esa oración abrió la puerta del reino de los cielos para que tu y yo podamos tener una vida eterna en Cristo Jesús.