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Recuerdo a mi madre recitando todos los días Salmos 23: el Señor es mi pastor nada me faltará, aunque ande por valle de sombra de muerte no temeré mal alguno por que su vara y su cayado me dan aliento… Ese escena me ha acompañado por tantos años y no se borra, sigue allí presente como una nota pegada en el refrigerador que me anima cada vez que lo necesito. La primera que asistimos al colegio es un día inolvidable, todo tipo de emociones se viven en las puertas donde un maestro o dos están recibiendo a los más pequeños. Unos lloran y no quieren bajar del auto, se aferran con tanta fuerza al sillón trasero que un gato no les gana. Otros es al revés, ellos los que entran y le toman la mano a la señorita que amablemente les recibe con esa sonrisa peculiar y sincera de una maestra de prekinder. El problema en este casa y las palmas a la mejor escena de cine se la llevan los padres del chiquitin. La madre aprieta fuerte la mano de su esposo y con la otra se limpia las lágrimas mientras que el esposo le dice: no tengas pena, es solo el primer día de clases. Jajajajaja. Las dos escenas son válidas para ejemplificar el salmo 23. Yo soy el buen pastor, dijo Jesús, y mis ovejas oyen mi voz y me siguen y Yo las llevo a lugares de verdes pastos … quizá sientes que te has quedado solo o sola en esta prueba que ha venido pero déjame recordarte que no es así, el Señor te cuida, dice la biblia que todas las cosas ayudan a bien a los que aman al Señor y cuando la biblia lo afirma deberías de creerlo porque es así. También dice que no hay prueba tan difícil de la que no puedas salir porque junto con la prueba Dios da la salida. Nunca, he visto a un justo desamparado ni su simiente que mendigue. Si he visto al hombre cuyo camino parece de vida pero su final es de muerte, porque alejados de Dios nada podemos hacer. Estas en un proceso difícil pero no estás solo. Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno porque tu me alientas. Qué te parece si lo repites conmigo: Tu preparas abundante mesa delante de mi en presencia de los que me angustian, mi copa está rebosando de alegría y en la casa del Señor moraré por largos días. Qué hermoso saber que las pruebas son pasajeras y que después de la tormenta siempre viene la calma, después de la noche viene el día vamos cobra ánimo, te está esperando un futuro que en este momento no te puedes imaginar. Solo estás viendo la prueba: tus papás se están divorciando, tu mejor amigo te dejó de hablar, estás a punto de perder el trabajo, etc. Te invito a poner tus mirada, con un poquito de fe en las promesas del Señor. Él prometió estar contigo hasta el fin del mundo, Él tiene el control de todo el universo, nada se mueve sin que Él lo permita. Sabes cómo termina el salmo 23? Con una palabra de esperanza que dice: en la casa del Señor moraré por largos días. Que tu fe no falte, aférrate a la convicción de que Dios hará lo necesario para que tu y yo podamos vivir una vida en la tierra tomados de su mano y al final de nuestros días partamos sin miedo con la esperanza de que en su casa ya tenemos una habitación preparada y que a la manera del ejemplo estaremos en nuestro primer día de clases en la eternidad. Si me permites decírte de parte de Dios: Sé valiente y esfuérzate porque Yo el Señor estoy contigo.
By Uniendo Familias en JesúsRecuerdo a mi madre recitando todos los días Salmos 23: el Señor es mi pastor nada me faltará, aunque ande por valle de sombra de muerte no temeré mal alguno por que su vara y su cayado me dan aliento… Ese escena me ha acompañado por tantos años y no se borra, sigue allí presente como una nota pegada en el refrigerador que me anima cada vez que lo necesito. La primera que asistimos al colegio es un día inolvidable, todo tipo de emociones se viven en las puertas donde un maestro o dos están recibiendo a los más pequeños. Unos lloran y no quieren bajar del auto, se aferran con tanta fuerza al sillón trasero que un gato no les gana. Otros es al revés, ellos los que entran y le toman la mano a la señorita que amablemente les recibe con esa sonrisa peculiar y sincera de una maestra de prekinder. El problema en este casa y las palmas a la mejor escena de cine se la llevan los padres del chiquitin. La madre aprieta fuerte la mano de su esposo y con la otra se limpia las lágrimas mientras que el esposo le dice: no tengas pena, es solo el primer día de clases. Jajajajaja. Las dos escenas son válidas para ejemplificar el salmo 23. Yo soy el buen pastor, dijo Jesús, y mis ovejas oyen mi voz y me siguen y Yo las llevo a lugares de verdes pastos … quizá sientes que te has quedado solo o sola en esta prueba que ha venido pero déjame recordarte que no es así, el Señor te cuida, dice la biblia que todas las cosas ayudan a bien a los que aman al Señor y cuando la biblia lo afirma deberías de creerlo porque es así. También dice que no hay prueba tan difícil de la que no puedas salir porque junto con la prueba Dios da la salida. Nunca, he visto a un justo desamparado ni su simiente que mendigue. Si he visto al hombre cuyo camino parece de vida pero su final es de muerte, porque alejados de Dios nada podemos hacer. Estas en un proceso difícil pero no estás solo. Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno porque tu me alientas. Qué te parece si lo repites conmigo: Tu preparas abundante mesa delante de mi en presencia de los que me angustian, mi copa está rebosando de alegría y en la casa del Señor moraré por largos días. Qué hermoso saber que las pruebas son pasajeras y que después de la tormenta siempre viene la calma, después de la noche viene el día vamos cobra ánimo, te está esperando un futuro que en este momento no te puedes imaginar. Solo estás viendo la prueba: tus papás se están divorciando, tu mejor amigo te dejó de hablar, estás a punto de perder el trabajo, etc. Te invito a poner tus mirada, con un poquito de fe en las promesas del Señor. Él prometió estar contigo hasta el fin del mundo, Él tiene el control de todo el universo, nada se mueve sin que Él lo permita. Sabes cómo termina el salmo 23? Con una palabra de esperanza que dice: en la casa del Señor moraré por largos días. Que tu fe no falte, aférrate a la convicción de que Dios hará lo necesario para que tu y yo podamos vivir una vida en la tierra tomados de su mano y al final de nuestros días partamos sin miedo con la esperanza de que en su casa ya tenemos una habitación preparada y que a la manera del ejemplo estaremos en nuestro primer día de clases en la eternidad. Si me permites decírte de parte de Dios: Sé valiente y esfuérzate porque Yo el Señor estoy contigo.