1 Reyes 1: Escucha los consejos para corregir y prevenir los errores en el hogar.
1 Reyes 1:5-14: (Por el espacio limitado de palabras en esta app, por favor leer los versos en su biblia)
V.2 "Entonces Adonías, hijo de Haguit, se enalteció diciendo: “¡Yo seré rey!”. Y se consiguió un carro, jinetes y cincuenta hombres que corrieran delante de él. En toda su vida, su padre no lo había contrariado diciéndole: “¿Por qué has actuado así?”. Él era también de muy buena presencia y había nacido después de Absalón."
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Después de aprender sobre la vida de David en los libros de Samuel, en este libro de Reyes veremos el final del reinado de David, pues narra cómo fue el traspaso del reino a su hijo Salomón. De ahí en adelante, aprenderemos sobre el reinado de Salomón y los demás reyes de Israel y Judá.
En este capítulo vemos cómo David sigue teniendo problemas con sus hijos, y notamos un detalle importante del porqué de ese problema: David no estorbaba a sus hijos, no los contrariaba. Ellos hacían cosas que no eran correctas y David no les decía nada, no los corregía. David no veía que esas actitudes de arrogancia y egoísmo serían un problema para él y para ellos, pues cuando uno de ellos cometía una falta y se revelaba buscando sentarse en el trono, al final encontraron la muerte.
Este tema de negligencia parental lo vimos en 1 Samuel 2 con los hijos del Sacerdote Eli, y también en 2 Samuel 14 con los hijos de David, Amnón y Absalón, que tampoco corrigió. Puedes leer y escuchar este tema acerca de estos capítulos en el devocional.
Adonías dio señales de su mala intención, de querer hacerse rey, aunque todos sabían que Salomón sería el heredero del trono, pero, como era uno de los menores, fue menospreciado por sus hermanos. Además, con todo el protocolo y pompa con que Adonías se había hecho rodear, Adonías se ganó el favor de muchos en Israel.
Cuando Adonías hizo un gran banquete para posicionarse como el próximo rey con el favor del pueblo, el profeta Natán y la madre de Salomón fueron y hablaron con prudencia al rey de lo que estaba pasando. David los escuchó y se apresuró a ungir a Salomón delante del pueblo. Esta acción salvó las vidas de Salomón y muchos más, porque si David moría sin haber presentado al heredero de su reino, Adonías tomaría el trono a la fuerza y destruiría a Salomón y a los demás que eran fieles a David y Salomón.
Lo que hizo la diferencia en la decisión de David para poder corregir las malas intenciones de Adonías y prevenir una tragedia fue que David escuchó a su esposa y al profeta de Dios. Natán era el hombre que Dios había puesto en la vida de David para hablar la Palabra de Dios y aconsejar en los momentos cruciales. David respetaba mucho a Natán y también a su esposa Betsabé, la cual había prometido el reino a su hijo.
Es necesario que nosotros seamos sensibles a la voz de Dios y sabios para escuchar a los que ven cosas que nosotros no vemos. Los buenos consejos del pastor, que es el profeta de Dios para guiarnos con la Palabra de Dios, y de nuestros seres queridos, especialmente nuestro esposo o esposa, son importantes para que podamos corregir y mejorar nuestra forma de guiar a nuestros hijos y de tomar decisiones para el bienestar de nuestro hogar.
David casi sufre otra tragedia como la que sufrió con Absalón, pero esta vez David tomó acciones que impidieron que Adonías trajera más dolor y confusión al reino de David.
Así que, sigue el ejemplo de David que escuchó el buen consejo y puso un alto a Adonías. Toma acción para corregir, educar y guiar a tus hijos. Nunca es demasiado tarde, pero no esperes que llegue una crisis o tragedia familiar para tomar acción.
¿Estamos corrigiendo o encubriendo a nuestros hijos cuando cometen errores? Si vemos que nos equivocamos en la crianza, ¿qué debemos hacer para corregir nuestros errores?
Soy tu hermano y amigo Eduardo Rodríguez.