Notas en Español e inglés 👇
1 Samuel 4: Cuando un acto de bendición ya no es bendición.

1 Samuel 4:1-11:
Y la palabra de Samuel llegaba a todo Israel. Por aquel tiempo Israel salió en pie de guerra al encuentro de los filisteos, y acampó junto a Eben-ezer, mientras que los filisteos acamparon en Afec. Los filisteos se dispusieron para combatir contra Israel; y cuando se libró la batalla, Israel fue vencido ante los filisteos, quienes mataron en el campo de batalla a unos cuatro mil hombres. Cuando el pueblo volvió al campamento, los ancianos de Israel preguntaron: —¿Por qué nos ha causado hoy el SEÑOR una derrota ante los filisteos? Hagamos traer acá desde Silo el arca del pacto del SEÑOR, a fin de que venga en medio de nosotros y nos libre de mano de nuestros enemigos. Entonces el pueblo envió a Silo, e hicieron traer de allí el arca del pacto del SEÑOR de los Ejércitos, que tiene su trono entre los querubines. Ofni y Fineas, los dos hijos de Elí, estaban allí con el arca del pacto de Dios. Aconteció que cuando el arca del pacto del SEÑOR llegó al campamento, todo Israel gritó con un júbilo tan grande que la tierra tembló. Cuando los filisteos oyeron el estruendo del júbilo, preguntaron: —¿A qué se debe este estruendo de gran júbilo en el campamento de los hebreos?
Cuando se enteraron de que el arca del SEÑOR había sido traída al campamento, los filisteos tuvieron miedo. Y decían: —¡Los dioses han venido al campamento! —Y añadían—: ¡Ay de nosotros, porque semejante cosa no había sucedido antes! ¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de mano de estos dioses fuertes? Estos son los dioses que hirieron a los egipcios con toda clase de plagas en el desierto. Esfuércense, oh filisteos, y sean hombres para que no sirvan a los hebreos como ellos les han servido a ustedes. ¡Sean hombres y combatan!
Los filisteos combatieron e Israel fue vencido; y cada uno huyó a su morada. Ocurrió una gran derrota, pues cayeron de Israel treinta mil hombres de infantería. El arca de Dios fue tomada, y fueron muertos Ofni y Fineas, los dos hijos de Elí.
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Ya vimos cómo Dios eligió a Samuel como profeta. Su autoridad como líder espiritual crecía cada día en medio del pueblo.
Sin embargo, el pueblo tuvo que vivir uno de los momentos más dolorosos en la historia de Israel. Y fue cuando, por primera vez en su historia, el arca que debía estar dentro del tabernáculo de Dios fue transportada al campo de batalla porque los israelitas pensaron que, de esta manera, Dios estaría con ellos al traer el arca para que Dios les ayudara a ganar la guerra, ya que acababan de sufrir una derrota.
El pueblo de Israel pensó que trayendo el arca Dios iba a pelear por ellos; sin embargo, sus estilos de vida estaban en contra de la voluntad de Dios. Ellos vivían conforme a sus propios deseos y en pecado. Ellos estaban fallando al Señor, especialmente el sacerdote y sus hijos.
Es por eso que Dios ya no estaba en el arca, es decir, ya no se manifestaba cuando ellos traían sus ofrendas. Ellos asumieron que Dios los iba a proteger con solo traer el arca de Dios, ¡pero no estaban agradando a Dios!
En cambio, ¡los filisteos sí reconocían el gran poder de Dios, porque ellos tenían más temor de Dios que los mismos israelitas!
Una vez más fueron derrotados, y esta vez murieron muchísimos más israelitas que la vez anterior.

Espero que esta lección abra nuestros ojos para entender que no podemos reemplazar el temor de Dios con un acto religioso o espiritual. No podemos caer en el error de pensar que haciendo algún acto espiritual, podemos reemplazar el hecho de vivir vidas justas en la casa con nuestra pareja o hijos.
Hoy es el tiempo de cuidar el arca de Dios que representa el Espíritu de Dios en nuestras vidas. El apóstol Pablo nos aconsejó a no contristar el Espíritu de Dios. Si no cuidamos lo que Dios nos ha dado, entonces lo que hagamos como cantar,...