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En 1 Timoteo 1:15, Pablo proclama una verdad central del Evangelio: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores. Esta es una declaración de esperanza para todos, recordándonos que nadie está fuera del alcance de la gracia de Dios.
Acepta la verdad del Evangelio: Esta palabra es "fiel y digna de ser recibida por todos". Cristo vino a salvarnos, y no hay pecado que esté más allá de su perdón. Abre tu corazón y acepta esta verdad con humildad y gratitud.
Nadie está demasiado lejos para ser salvado: Pablo se consideraba "el primero" de los pecadores, y aún así, Cristo lo salvó. Esto es una muestra de que no importa cuán lejos creas estar de Dios, su gracia es más que suficiente para alcanzarte y transformarte.
No te sientas superior: todos necesitamos la misma gracia: Si bien Cristo nos ha salvado, esto no nos hace superiores a los demás. Pablo, a pesar de ser un apóstol, reconoció que era "el primero" de los pecadores. Recuerda que todos hemos caído en pecado y solo la gracia de Cristo nos ha salvado. No permitas que el orgullo te lleve a juzgar a los demás, sino vive con humildad sabiendo que todos dependemos del mismo perdón.
Reflexión Final:
By Hector AngelEn 1 Timoteo 1:15, Pablo proclama una verdad central del Evangelio: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores. Esta es una declaración de esperanza para todos, recordándonos que nadie está fuera del alcance de la gracia de Dios.
Acepta la verdad del Evangelio: Esta palabra es "fiel y digna de ser recibida por todos". Cristo vino a salvarnos, y no hay pecado que esté más allá de su perdón. Abre tu corazón y acepta esta verdad con humildad y gratitud.
Nadie está demasiado lejos para ser salvado: Pablo se consideraba "el primero" de los pecadores, y aún así, Cristo lo salvó. Esto es una muestra de que no importa cuán lejos creas estar de Dios, su gracia es más que suficiente para alcanzarte y transformarte.
No te sientas superior: todos necesitamos la misma gracia: Si bien Cristo nos ha salvado, esto no nos hace superiores a los demás. Pablo, a pesar de ser un apóstol, reconoció que era "el primero" de los pecadores. Recuerda que todos hemos caído en pecado y solo la gracia de Cristo nos ha salvado. No permitas que el orgullo te lleve a juzgar a los demás, sino vive con humildad sabiendo que todos dependemos del mismo perdón.
Reflexión Final: