Sólo hace falta una palabra para describirlo: Fenómeno. Sin duda, uno de los futbolistas más fuertes de la historia. Vistiendo la camiseta número 10 del Inter, Ronaldo mostró en la temporada 1997/98 potencia, clase, explosividad y velocidad a un nivel nunca antes visto en la historia del fútbol. Un 10 muy atípico que marcó una época, un jugador que, con nuestra camiseta, reinventó el concepto de campeón en el imaginario colectivo de cualquier aficionado al fútbol.