No podemos estar culpando todo el tiempo al mundo en el que estamos, las personas con las que convivimos o la familia que tenemos e inclusive a la iglesia, por un problema que es interno, que vienen directamente del corazón, tu reacción fluye en base a donde tu corazón este descansando o en palabras de Jesús:
«Lo que hace impura delante de Dios a la gente, es lo que la gente dice y hace. Porque si alguien dice cosas malas, es porque es malo y siempre está pensando en el mal, y en cómo hacer cosas indecentes, o robar, o matar a otros, o ser infiel en el matrimonio. Esa gente vive pensando solamente en cómo hacerse rica, o en hacer maldades, engañar, ser envidiosa, insultar y maldecir a otros, o en ser necia y orgullosa.» Marcos 7.19-23.