Criticando el activismo performativo, la idea de que la “empatía” es un acto político y que el ser “progresista/revolucionario” es hacer todo lo contrario a los conservadores. Es maravilloso el enorme interés que la GENZ tiene por los movimientos políticos pero cuando se traduce a acciones y conversaciones reales, los resultados son deprimentes; ¿la razón? Su interés por ellos no pasa más allá de la empatía (lástima) y activismo performativo.