En algunas ocasiones no nos sentimos preparados, ni listos, para determinados cambios, decisiones y posiciones en nuestra vida, ya sea porque no conoces el terreno, que te trae inseguridad o porque no es fácil tomar desafíos por estar rodeado de temores. Y seguro estas pensando que no estas listo para hacer un montón de cosas, sin darte cuenta que te puedes estar limitando.
Cada inicio de año, muchos suelen hacer resoluciones que son cambios positivos personales para el año que empieza, y muchas veces sucede que el primer día todo esta bien, pero conforme va transcurriendo el tiempo, estas resoluciones que hiciste se van cayendo, pierden valor, y esto es por falta de determinación, falta de actitud, falta de perseverancia, falta de disciplina, falta de compromiso y dominio propio.
Hacer todo esto bajo nuestras fuerzas no es lo mismo que empezar sostenido por Dios en nuestra vida, teniendo claro que en El se recargan nuestras fuerzas.