El cuerpo del hombre es la parte más fácil de definir porque lo podemos tocar y ver, y es la parte física de nosotros. La palabra de Dios nos deja saber que cuando uno muere, el cuerpo vuelve el polvo del cual fue tomado. Es la parte corruptible de nosotros, de tal manera que cuando Jesucristo vuelve por su iglesia una de las cosas maravillosas que ocurrirá es que nuestros cuerpos corruptibles serán transformados en algo incorruptible. No será como es ahora, sino que será un cuerpo glorificado, sin dolor, defectos, debilidades.

1 Corintios 15:51-54

He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.