¿No tienes la sensación de que, según van avanzando las redes sociales y las nuevas tecnologías, cada vez te cuesta más tener paciencia para las cosas difíciles?
Se nos ha olvidado que aquello que merece la pena suele ser difícil, necesitar mucho tiempo, o ambas. La gratificación instantánea es el causante de este malestar.
Así que hoy vengo a traerte una pequeña estrategia para abordar esta parálisis por análisis y crear pequeños hábitos que te saquen del atasco.
¡Espero que te sea útil!