Implicar a los pacientes en el auto-cuidado mejora sus resultados en salud y ello conlleva que tengan menos costes para el sistema sanitario al generar menos visitas tanto a la atención primaria como reingresos en el hospital. Dar acceso a la información clínica a los pacientes, hace que se sientan más seguros, con un mayor control y entendimiento de su enfermedad, refundando en una mejora de la adherencia al tratamiento, basado en una participación en la toma de decisiones entre profesional y paciente. Ello implica que los pacientes cada día más son más 2.0, más participativos, más activos, más empoderados, lo cual les hace que cuestionen los tratamientos y tomen las decisiones de forma compartida.  

Para centrar la atención sanitaria en los pacientes y que estos tengan una mayor autogestión de sus enfermedades, es importante conocer sus expectativas, escuchar a los pacientes, respetar sus valores y preferencias y que de les plantee una atención integrada e integral.  

La participación de los pacientes en la autogestión de las enfermedades se basa en 4 principios: 

Para poder controlar bien la enfermedad, es fundamental que los pacientes conozcan bien su enfermedad, saber que les beneficia, que les perjudica y que pueden hacer para cuidarse.